viernes, 18 de septiembre de 2015

Zacatecas en 1546.



                          Zacatecas en 1546. 

   Por  Bernardo del Hoyo Calzada. 

Juanes de Tolosa.

      Juanes de Tolosa nació en Quetaria, hoy Guetaria,  Guipúzcoa, España[1], en la costa, más al norte de Tolosa, Guipúzcoa.

         No se sabe cuándo nació, paro si sabemos que llego a Nueva España en 1533[2], y nos dice don Eugenio del Hoyo Cabrera que un “Juan de Tolosa, marinero, que en 1533 se quedó en Tehuantepec y <no fue en la armada> porque se quedó malo; pagosele por lo que sirvió en tierra, 65 pesos y tres granos. La armada fue la que salió a descubrir la Mar del Sur, enviada por Cortés, el 29 de octubre de 1533, de que fue por el capitán Diego Becerra. ….creo que este sí es el zacatecano”.[3]   
        Después paso a la hueste de Nuño de Guzmán, en la capitanía de Miguel de Ibarra, al lado de Diego de Ibarra; tomo parte en la Guerra Nochiztlán,  Juchipila y del Miztón. Participó en varias expediciones en busca de minas en la tierra de los zacatecos.
“…..fue un hombre inquieto y andariego, un soldado de fortuna, un descubridor de minas, un tanto nómada, que muy poco o esporádicamente, paro en Zacatecas. Se le atribuyen los descubrimientos de casi todos los reales de minas de la zona zacatecana: San Martin, Avino, Nieves, Chalchihuites, etc., unas veces con razón y otras las más sin ella”.[4]   
        En el descubrimiento de las Minas de Zacatecas, en 1546, según su informe presentado en 1550, de méritos  y servicios y otros documentos, extraigo lo siguiente.

El escenario.
        El escenario en que se encontraba la zona de los zacatecos en 1546 es que después de la guerra del Miztón en 1541 es a mi parecer que los españoles mandaron fundar pueblo de indios pacíficos más al norte de la zona de frontera y así tengo entendido que estos pueblos eran por el lado del cañón de Tlaltenango: Tlaltenango, Colotlán, Huejucar y Susticacán, poblados en 1542. Por el lado del Cañón de Juchipila: Jalpa, Mocotabasco (o Mecatabasco, hoy Tabasco, Zac.), Tenanco (o Tenango, Villanueva, Zac.), y Quitanaque (hoy Atitanac, Villanueva, Zac.). Por el otro lado rumbo a San Pedro Piedra Gorda, San José de la Isla, y en el Estado de Aguascalientes, el pueblo de indios de Tepezalá.  
      Los reales de minas descubiertos por el año de 1542 son entre otros: Bolaños, por Toribio de Bolaños, Espíritu Santo, descubierta en 1540, Xaltepec, descubierta por Cristóbal de Oñate en 1543.
       La historia del descubrimiento de las Minas de los Zacatecas o de Montserrate, comienza con un indio que había trabajado en las antiguas minas de Bolaños, se desbalaga hacia el norte y encuentra un placer entre los cerros del Grillo y de la Bufa, en el arroyo principal de estas minas, y solo lleva consigo una muestra o piedra que debió de ser un mineral conocido como argentita (sulfuro de plata).
     Juan de Tolosa o Juanes de Tolosa, era un aventurero y en su juventud debió de ir en peregrinación a Montserrate, como lo hiciera San Ignacio de Loyola en 1522, que desde su tierra natal Loyola, peregrino hasta Manresa y Montserrate, ya que muchos años atrás era un lugar de peregrinaje, como la ruta Jacobea, en Manresa San Ignacio escribió los Ejercicios Espirituales. Juan de Tolosa conocía el monasterio y montaña de Montserrat en Cataluña, y lo debió de haber visitado antes de 1540, en que viajo a la Nueva España.  


 Ruta de San Ignacio de Loyola, de Loyola a Montserrat. 



     Posible ruta de Juanes de Tolosa, de Quetaria a Montserrat, antes de 1540. 
 

    Después de la guerra del Miztón, Juanes de Tolosa anduvo como muchos otros aventureros buscando minas y fue como en Tenanco supo de unos indios de Bolaños habían encontrado muestras de mineral al norte, en la zona de guerra, a unas quince jornadas de Tenanco, y fue Juan de Tolosa a Nochiztlán con su amigo el Capitán don Miguel de Ibarra, que era encomendero de este pueblo, y se asociaron en la empresa para que Juan de Tolosa fuese con un indio guía, don Francisco el indio cacique de Nochiztlán y con veinte indios esclavos que le proporcionó el Capitán Miguel de Ibarra, el indio los guió al lugar partiendo de Tenanco y caminaron 11 jornadas al norte.

8 de Septiembre de 1546.
     El día ocho de Septiembre de 1546 Juanes de Tolosa llega a las faldas del cerro conocido hoy como “de la Bufa”, al sitio en que le mostró el indio guía, del que no se sabe su nombre, solo que había trabajado en las minas de Bolaños y conocía los minerales de la plata. En este lugar Juan de Tolosa, con su gente sacó dos cargas de mineral del placer que debió de ser en el arroyo principal, entre el cerro del Grillo y el de la Bufa, y al día siguiente en la mañana regresó a Nochiztlán, donde junto con el Capitán don Miguel de Ibarra, su socio, don Diego de Ibarra, sobrino del capitán don Miguel, ensayaron las muestras del mineral que encontró Juan de Tolosa, y como no tenían fuelles, se batalló en fundir el metal por el método de soplillo, y al ensayar las muestras, después de que sacaron plomo, sacaron plata. 

Las Minas de Montserrat.[5]
    Al mes del descubrimiento regresaron al sitio del hallazgo, a trabajar la mina descubridora, que fue por el mes de octubre de 1546, el Capitán Miguel de Ibarra, su sobrino don Diego de Ibarra, Juanes de Tolosa, Tomás de Arrayaiza, Domingo Romero e indios esclavos.[6]
    Juan de Tolosa mandó a un criado a Guadalajara para llevar metal y registrar la mina Descubridora, y para eso en el momento de registrar la mina debió de decir el sitio exacto y sus colindancias posibles, o hacer el denuncio minero correspondiente. Que para esto ya Juan de Tolosa le había encargado que el sitio del hallazgo por no tener nombre, debiera de bautizarlo con el nombre de la mina “Descubridora de Montserrate”. Porque este lugar no se llamaba Zacatecas, era en tierra hostil habitada por huachichiles y zacatecos errantes que no tenían sitio seguro, y andaban de un lugar a otro. Y en el sitio del hallazgo no había lugar cercano poblado o alguna otra referencia.[7] Y nunca había sido poblado y tampoco había 500 gandules, ni mucho menos llegó a este lugar el Veedor Pedro Almindez Chirinos, en 1531.[8]
    Durante el año de 1546 el campamento minero se dedicó a trabajar la mina descubridora y no hay más noticias en este año, solo se sabe que estos españoles con su gente comenzaron a trabajar la mina. 

¿Porque Montserrate?
      El sitio del hallazgo se bautizó por Juanes de Tolosa, como Montserrate, por varios motivos: era costumbre ponerle al sitio conforme al día de su descubrimiento, como sucedió años después con el descubrimiento del Real de San Demetrio de los Plateros, que llegaron el día de San Demetrio. Y como en Zacatecas llegaron el 8 de Septiembre, día en que se celebra la Natividad de Nuestra Señora, es decir el día del nacimiento de la Virgen María, o día de la Natividad de María, también sabía Juanes de Tolosa que en Cataluña, en el Monasterio de Montserrat se celebra también el 8 de septiembre a la Virgen de Montserrat, como en muchos otros lugares en que se celebra la Virgen María en su nacimiento, decidió Juan de Tolosa que fuera la virgen de Montserrat o Montserrate, como se decía antes, además de que el sitio en que se encontró la mina Descubridora en la serranía tenía un cerro muy característico al que recordaba  el dicho Juan de Tolosa cuando fue a Cataluña, que era el de la montaña aserrada de Montserrate, parecido a lo que hoy se conoce como la Bufa de Zacatecas. Y el nombre que puso en su registro de minas en Guadalajara fue el de “La mina Descubridora de Montserrate”, o del Real de Minas de Montserrate. Además porque la silueta de la Bufa de Zacatecas es parecida de lejos a la silueta de Montserrat en Cataluña, al norte de Barcelona, España. Y también porque los picos del crestón grande de la Bufa son parecidos a los picos aserrados de la montaña de Montserrat.  













Vista general de la Montaña de Montserrat, en su mayor longitud.
La silueta de Montserrat en Cataluña, vista de algún punto cercano se parece al cerro de la Bufa de Zacatecas. Pueden verlo en el Google Earth.




La Bufa de Zacatecas, en un grabado de Elizabeth Ward en 1827, publicado por Henry George Ward.



Litografía de la Bufa de Zacatecas, de John Phillips, publicado en 1848.  





La Bufa de Zacatecas, fotografía de E. Weimer Fotógrafo, 1892. El Montserrate zacatecano. Colección: Arq. Rafael Saucedo. 




La Bufa de Zacatecas y el Montserrat zacatecano, Colección: Ruiseco Sánchez. 





También visto bien el cerro de la Bufa de Zacatecas tiene en su crestón un pequeño Montserrat, parecido a los picos del Montserrat catalán. Fotografía: Bernardo del Hoyo Calzada.





También visto bien el cerro de la Bufa de Zacatecas tiene en su crestón un pequeño Montserrat, parecido a los picos del Montserrat catalán. Fotografía: Bernardo del Hoyo Calzada. 


 

Monasterio y montaña de Montserrat en Cataluña. 




La Cremallera, Monasterio y montaña de Montserrat en Cataluña.






Monasterio y montaña de Montserrat. 



La ruta de Juanes de Tolosa en Septiembre de 1546, de Nochiztlán a Montserrate, ahora Zacatecas. 




[2] Ídem.
[3] Del Hoyo, Eugenio. Pleito de Mineros, inédito, pág. 154. 
[4] Ídem.
[5] Pueden verlo en mi blog: La mina del 8 de Septiembre de 1546.
[6] Anuario 1, Primera edición, U.A.Z., Septiembre de  1978, pág. 164. Información de  Méritos y Servicios de Juan de Tolosa. Alejandro Topete del Valle.
[7] Anuario 1, Primera edición, U.A.Z., Septiembre de  1978, pág. 164. Información de  Méritos y Servicios de Juan de Tolosa. Alejandro Topete del Valle.
[8] La mentira  o metrología vernácula como dijera Enrique Salinas Enríquez, vine de Fray Antonio Tello, que escribió su libro en 1650, más de cien años después, así lo confirma Joaquín García Icazbalceta.
“Fragmentos de una historia de la Nueva Galicia
escrita hacia 1650 por el padre fray Antonio Tello, de la orden de San Francisco.
Capítulo VIII.
De la conquista de la Nueva Galicia, de la otra banda del Río Grande de Guadalajara.
Ya queda dicho en el capítulo antecedente, como desde Cuitzco envió D. Nuño de
Guzmán al capitán D. Pedro Almindez Chirinos, y desde Tonalá al capitán D. Cristóbal de Oñate, para que cada cual por su rumbo conquistase toda la tierra que había poblada a la parte del Norte; y uno y otro desempeñaron tan bien sus nobles personas, que en breve tiempo y sin pérdida de su gente ni de la de la tierra, rindieron innumerables indios a la obediencia del rey de España. El capitán Chirinos desde Cuitzeo se encaminó para Zapotlan del Rey; de allí al de Juan de Saldivar oZapotlanejo, al valle de Acatic y Tepatitlan, que eran provincias distintas, hasta el Cerro-gordo, y en todas tomó posesión pacífica, y fue muy bien recibido y regalado de los indios. Llegó a Comanja y de allí a
las Chichimequillas, donde hoy está la villa de Lagos; pero en todo esto ni en Cerro-gordo había pueblo formado, sino solamente muchísimas rancherías de indios, unos de la provincia de Zacatecas y otros que se llamaban huamares, los cuales no sembraban ni hacían pie en parte alguna, sino que dormían en donde les cogía la noche, andaban totalmente desnudos y comían raíces y las carnes de venado, conejo y aves que cazaban: en todas estas partes no hizo el capitán más que tomar testimonio de haber llegado hasta allí, de donde partió para Zacatecas, y por todo el camino salían innumerables indios salvajes, y les daban la carne que cazaban.
Llegados a Zacatecas, hallaron que todo el pueblo se componía de quinientos gandules en cueros, viviendo debajo de las encinas en unos bohíos redondos de zacate, sin orden ninguno ni policía; los cuales recibieron de paz a los españoles, y les dieron de comer caza y mucha bellota dulce. Quería el capitán pasar adelante; pero el cacique zacatecano le hizo desistir de su intento, diciéndole que ya no había más población, sino solamente muchos indios llamados huachichiles, gentes silvestres, grandes traidores y ladrones.
Con esto determinó Chirinos volverse;
y aunque tomó posesión por el rey de Castilla y
D. Nuño de Guzmán, pero fue haciendo burla y riéndose de la gran conquista de su general, como no sabía que en aquel lugar se encontraba tan gran tesoro, que al siglo de su descubrimiento lleva dados al rey de sólo sus quintos, veintinueve millones. Preguntó por dónde podría salir a Tepic, y los indios zacatecanos le ofrecieron guías que lo llevasen, y se fue viniendo por el valle en que hoy está la villa de Jerez, y a pocas leguas encontró con una gran ciudad arruinada y despoblada; pero se conocía haber tenido suntuosísimos edificios, con grandes calles y plazas bien ordenadas, y en distancia de un cuarto de legua cuatro torres con calzadas de piedra de la una a la otra; y esta ciudad fue la gran Tuitlan,(110) donde hicieron mansión muchos años los indios mexicanos cuando caminaban desde el Septentrión conducidos de su infame caudillo el demonio, como queda dicho por el libro proemial de esta crónica. De aquí pisó el capitán Chirinos al valle Huajucar, de allí a Colotlan, donde tuvo noticia que el capitán Oñate había estado en el valle de Tlaltenango, y así se fue por Jora atravesando toda la tierra, hasta dar en Huainamota el viejo, y salir a Tepic; la cual caminata fue tan trabajosa que no se puede encarecer, porque en el mundo no puede haber cosa tan áspera como esa sierra, y con infinidad de indios belicosísimos, que la misma aspereza de la tierra los hacía fieros en lo indómitos y crueles, etc.”
Enrique Salinas Enríquez se basa en lo publicado en el Colegio de Jalisco por José María Muria, que es imposible que Chirinos llegase a Zacatecas. Y yo más bien creo que el lugar al que se refiere Tello fue el Peñol del Teul, donde se pueden observar construcciones y donde vivieron los 500 gandules que dice Tello.
Con estas informaciones y por lo observado en el cerro de la Bufa, no hay vestigios de que estuviese poblado y mucho menos de 500 gandules, estos los hubiera visto Juanes de Tolosa el 8 de Septiembre de 1546.  

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